Cada tipo de piel tiene sus necesidades específicas. Selecciona tu afección y recibirás asesoramiento dermatológico y las soluciones para el cuidado de la piel que necesitas.
Si necesitas limpiar, hidratar, tratar o proteger tu piel, desarrollamos productos que se adaptan a todos los tipos de piel y a situaciones específicas de la vida.
Pioneros en materia de avances en dermatología, La Roche-Posay ofrece completas líneas de productos para el cuidado de la piel y maquillajes para tu rostro y cuerpo. Todas probadas por dermatólogos y formuladas para la piel más sensible.
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El acné se presenta de muchas formas, y con ello también sus tratamientos. El tratamiento adecuado para ti dependerá tanto de la causa que produce el brote (estrés, desequilibrios hormonales, dieta...) como de su gravedad.
En la mayoría de los casos de piel con tendencia al acné, una correcta limpieza y el uso de productos de cuidado diario adaptados que contengan ingredientes activos dermatológicos de referencia pueden ayudar a mantener los poros limpios y evitar la aparición de nuevos brotes. Siempre puedes hacer algo, ¡y estás en el lugar indicado para encontrar orientación y las soluciones correctas!
Las cicatrices postacné son notablemente difíciles de tratar. Algunos tratamientos ambulatorios como la microdermoabrasión, la exfoliación química, el láser y las microagujas pueden ayudar. Es preferible evitar que se formen estas cicatrices en primer lugar con medicamentos adecuados como los antibióticos o la isotretinoína. Consulta también a tu farmacéutico sobre un cuidado experto de uso diario como la línea EFFACLAR.
El acné leve se puede tratar con las soluciones dermocosméticas correctas. Limpia suavemente la piel dos veces al día con agua micelar o gel espumoso de limpieza. Luego aplica un producto con principios activos como el ácido salicílico, la niacinamida y la piroctona olamina. Si estas medidas no son suficientes, consulta a tu dermatólogo sobre tratamientos médicos como los retinoides, los antibióticos y la isotretinoína.
En el acné, un desequilibrio de las hormonas llamadas andrógenos hace que las glándulas sebáceas produzcan mucha grasitud. Esas mismas hormonas pueden aumentar la producción de las células que recubren los poros de la piel. Luego, los poros se pueden obstruir con una mezcla de células y sebo, y transformarse en un ambiente ideal para la proliferación de bacterias que causan acné. Esto da como resultado la aparición de diversos tipos de granos que oscilan entre manchas rojas y pústulas o quistes profundos y dolorosos.
El acné leve en el cuerpo se puede tratar con las soluciones dermocosméticas correctas. Limpia suavemente la piel dos veces al día con un gel espumoso de limpieza. Luego aplica un producto con principios activos como el ácido salicílico, la niacinamida y la piroctona olamina. Si estas medidas no son suficientes, consulta a tu dermatólogo sobre tratamientos médicos como los retinoides, los antibióticos y la isotretinoína.
Entonces, ¿cuáles son los mejores ingredientes que deberías buscar? En general, los ingredientes de uso tópico para las imperfecciones se dividen en dos categorías: Los que ayudan a limpiar los poros y los que eliminan las bacterias.
El ácido salicílico es un ingrediente sumamente efectivo en los humectantes y limpiadores de rostro para piel con tendencia al acné gracias a su capacidad de eliminar las células muertas de la piel y disolver el exceso de grasa. Muchos productos también incorporan ingredientes antibacterianos, como el sulfato de cinc y el peróxido de benzoilo. Como regla general, busca productos que no sean comedogénicos (es decir, que no obstruyan los poros).
¿Suena complicado? No lo es: En estos artículos encontrarás recomendaciones de los mejores productos que puedes comprar directamente en la farmacia sin receta.
También encontrarás consejos específicos sobre cómo limpiar tu piel grasa y con tendencia al acné, y sobre cómo deshacerte de los puntos negros y las cicatrices y marcas que deja el acné, además de un artículo sobre la importancia del sueño para tener una piel limpia y saludable. ¡La piel propensa al acné necesita un sueño reparador!
Si los productos de cuidado de venta libre no son lo suficientemente fuertes para ti (en especial, si tienes la piel propensa al acné quístico), en esta sección, también descubrirás tratamientos médicos para el acné que se venden solo con receta: retinoides de uso tópico, antibióticos orales, isotretinoína (Accutane). También te explicaremos los efectos colaterales a los que debes prestar atención.
Por lo general, hablamos del acné polimorfo. Polimorfo significa que existen dos tipos de lesiones. En primer lugar, las lesiones no inflamatorias, es decir, las lesiones en las que un pequeño tapón (una espinilla) impide que se elimine el sebo y provoca una acumulación de sebo en el fondo de la glándula. Esto se denomina un microquiste. En segundo lugar, existen lesiones inflamatorias. En este caso, el sebo que se inflama internamente cambia y genera inflamación.
La glanda sebácea se rompe y produce lesiones inflamatorias que tienen forma de granos o puntos blancos. Según el tipo de acné, puede presentarse una combinación de ambos tipos de lesiones. En las formas más severas, aparece una gran cantidad de microquistes y puntos negros, además de lesiones inflamatorias. Ambos tipos de lesiones deben tratarse. Las erupciones inflamatorias deben tratarse localmente con productos como el peróxido de benzoilo, que tiene un efecto antiinflamatorio muy eficaz y debe aplicarse por la noche. Evita usar antibióticos locales porque podrías volverte resistente a ellos. En el caso de las lesiones no inflamatorias, el tapón que impide la eliminación del sebo debe eliminarse con productos agresivos. Empezaríamos el tratamiento usando productos suaves, como ácidos frutales y, en especial, LHA, que se tolera bien y es muy eficaz. Si estos ácidos frutales no son efectivos o bien tolerados, procederíamos al siguiente paso: medicamentos que contienen todas las derivaciones del ácido de vitamina A, por lo tanto, tretinoína, que tienen una acción exfoliante y, en consecuencia, causan una leve irritación. No olvides compensar la sequedad causada por el tratamiento. Para ello, usa humectantes adecuados a tu tipo de piel por la mañana. Si las lesiones inflamatorias son demasiado grandes, se pueden recetar antibióticos orales, ciclinas, por su acción antiinflamatoria.
Este tratamiento oral debe tomarse preferentemente por la noche. Deben tomarse precauciones y evitar la exposición al sol, ya que las ciclinas pueden producir fotosensibilidad. El tratamiento es relativamente largo; dura alrededor de 2 o 3 meses como regla general. También puede usarse zinc y puede recetarse terapia hormonal para las niñas. De hecho, algunas píldoras anticonceptivas se usan para tratar el acné y pueden resolver estos problemas fácilmente. Para casos más severos de acné, pueden recetarse isotretinoínas, que tienen efectos colaterales bastante graves. Finalmente, la prevención es el mejor tratamiento para la cicatrices, así que evita tocarte, manipular o explotar los brotes de acné. Si las cicatrices persisten tras el tratamiento del acné, es posible recurrir a tratamientos como el uso de láseres que reducen eficazmente su apariencia.
La exposición al sol parece mejorar el acné en el corto plazo, pero tiene un efecto rebote y genera brotes después del verano.
